Guía práctica para entender por qué el aceite de pescado es mucho más que un suplemento de moda
1. ¿Qué son las citoquinas y por qué nos deberían importar?
Las citoquinas son pequeñas proteínas que orquestan la comunicación del sistema inmunitario: cuando todo va bien, activan defensas y luego “bajan el volumen”. El problema llega cuando ese volumen se queda atascado en modo máximo; entonces aparecen dolor articular, hinchazón intestinal o la temida “tormenta de citoquinas” que complica infecciones virales.
2. Entran en escena los ácidos grasos omega-3
EPA (eicosapentaenoico) y DHA (docosahexaenoico), presentes en pescados grasos y algunos suplementos, se instalan en las membranas de nuestras células y cambian la conversación inflamatoria. Estudios clínicos y de laboratorio muestran que consumir 1–3 g/día de EPA + DHAreduce marcadores inflamatorios en sangre.
3. ¿Cómo modulan las citoquinas?
Acción del omega-3 | Citoquinas afectadas | Resultado |
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↓ Síntesis pro-inflamatoria | IL-1β, IL-6, TNF-α | Menos dolor, menor hinchazón |
↑ Síntesis anti-inflamatoria | IL-10 | Freno natural a la respuesta inmune |
Conversión a resolvinas & protectinas | — | Resolución más rápida de la inflamación |
Mecanismos clave
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Competencia con ácido araquidónico: EPA “desplaza” al omega-6 más inflamatorio y genera eicosanoides más suaves.
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Bloqueo de NF-κB: el “interruptor maestro” de genes pro-inflamatorios se desactiva parcialmente.
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Activación de PPAR-γ y GPR120: receptores que reescriben el genoma inmunitario hacia un tono calmado.
4. Beneficios clínicos respaldados por la ciencia
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Artritis reumatoide: menor rigidez matutina y consumo de fármacos AINE tras 3–6 meses de suplementación.
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Enfermedad inflamatoria intestinal: reducción de brotes y de PCR ultrasensible en sangre.
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Metabolismo: mejora leve de la sensibilidad a la insulina al bajar IL-6 y TNF-α liberadas por el tejido adiposo.
5. Cómo integrar omega-3 en tu día a día
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Prioriza pescado azul (sardina, caballa, salmón): 2–3 raciones/semana cubren buena parte de la dosis.
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Complementa si tu ingesta es baja: entre 1 y 3 g de EPA + DHA/día en cápsulas concentradas.
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Equilibra la balanza con el omega-6: reduce aceites de semillas refinados para que la relación omega-6/omega-3 no supere 5:1.
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Consulta con tu profesional de salud si tomas anticoagulantes o tienes cirugía programada.
6. Mensaje para llevar a casa
Incorporar omega-3 a tu dieta es como bajar el volumen del altavoz inflamatorio: se atenúan citoquinas que causan dolor y se potencia la fase de resolución. No reemplaza tratamientos médicos, pero sí puede ser un aliado potente en la estrategia anti-inflamatoria integral.
¡Comparte este artículo con quien necesite un respiro para sus articulaciones o su intestino y cuéntanos tu experiencia en los comentarios!
Simopoulos AP. “Omega-3 fatty acids in inflammation and autoimmune diseases.” J Am Coll Nutr 21(6), 2002.
Calder PC. “Omega-3 polyunsaturated fatty acids and inflammatory processes.” Biochem Soc Trans 45(5), 2017.
Kiecolt-Glaser JK et al. “Omega-3 supplementation lowers inflammation in healthy middle-aged and older adults.” Brain Behav Immun 26(6), 2012.
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Serhan CN et al. “Resolvin pathways in inflammation resolution.” Cold Spring Harb Perspect Biol 7(2), 2015.
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