¿Qué es la laserterapia?

La laserterapia o fotobiomodulación consiste en el uso de longitudes de onda de luz  específicas para lograr efectos terapéuticos. Durante este proceso la luz láser infrarroja interactúa con los tejidos a nivel celular permitiendo la regeneración de los tejidos dañados. Estos efectos se producen cuando los fotones, emitidos por el láser, son absorbidos por los cromóforos de los tejidos, aumentando la circulación e incrementando el aporte de agua, oxígeno y nutrientes al área dañada. Esto crea un entorno de curación óptimo que reduce la inflamación, los espasmos musculares, la rigidez y el dolor. A medida que la zona afectada recupera su normalidad, la función es restaurada y el dolor aliviado.

Efectos de la laserterapia en el cuerpo

Recuperación tisular acelerada y desarrollo celular. El láser penetra en profundidad en los tejidos y aumenta la energía disponible para las células, por lo que la absorción de nutrientes y la eliminación de residuos se realiza con mayor rapidez. Como resultado, los tejidos se regeneran antes.

Cicatrización más rápida de las heridas. La luz láser estimula la producción de colágeno, predominante en la cicatrización de heridas.

Reducción de la formación de tejido fibroso. La laserterapia reduce la formación de tejido cicatrizal, causante del dolor crónico.

Efecto anti-inflamatorio. La luz láser tiene un efecto anti-edémico, ya que provoca vasodilatación, pero también porque activa el sistema linfático. Como resultado se reduce la inflamación.

Efecto analgésico. La terapia láser bloquea el dolor transmitido por las células nerviosas al cerebro. Además, al haber menos inflamación, disminuye el dolor.

Aumento de la actividad vascular. La luz láser aumenta la formación de capilares en los tejidos dañados y el incremento temporal del diámetro de los vasos sanguíneos, acelerando el proceso curativo.

Aumento de la función metabólica. La terapia láser origina una mayor producción de enzimas específicas y un mayor consumo de oxígeno y nutrientes por parte de las células sanguíneas.

Función nerviosa mejorada. La luz láser acelera la reconexión de las células nerviosas en un tejido dañado.

Inmunoregulación.

K-laser Cube es el láser terapéutico más avanzado, capaz de aplicar hasta 4 longitudes de onda diferentes de forma simultánea

La aplicación de laserterapia para favorecer el proceso de cicatrización de heridas es una técnica que se viene realizando desde hace más de 30 años. Son muy numerosos los estudios clínicos que han demostrado la eficacia de su utilización en los procesos de cicatrización. La luz láser ha demostrado su efectividad en la mejora de la curación de heridas abiertas, en la reducción del dolor y en la disminución del riesgo de infección. La laserterapia es empleada en el tratamiento de úlceras de pie diabético, úlceras por presión, quemaduras así como en heridas infectadas, traumáticas y post-quirúrgicas, que no cicatrizan correctamente.

El láser actúa mediante un efecto fotoquímico y no por efecto térmico, al ser absorbidos los fotones de la luz láser en la mitocondria de las células. La absorción de dicha energía fotónica da lugar a la estimulación del metabolismo celular.

Entre los efectos más significativos cabe destacar la capacidad del láser de elevar la disponibilidad de ATP mitocondrial, aumentar la mitosis celular y la síntesis proteica y estimular la capacidad de cicatrización del tejido conjuntivo.

La unión del efecto a nivel circulatorio con el efecto potenciador de la producción de energía disponible en la célula se traduce en una aceleración del tiempo de cicatrización y una mejora de la calidad del tejido de reparación.

Aceleración del proceso de cicatrización:

La luz láser estimula la producción de fibroblastos (los fibroblastos son los bloques que forman el colágeno, predominante en la curación de heridas) del tejido dañado. El colágeno es la proteína esencial requerida para reemplazar el tejido viejo y curar heridas en los tejidos. Como resultado, la laserterapia es efectiva en heridas abiertas y quemaduras.

Reducción de la formación de tejido fibroso:

La laserterapia reduce la formación de tejido cicatrizal originado por daños en los tejidos por cortes, quemaduras o cirugías, y que en numerosos casos acaba siendo una fuente de dolor crónico.

Mejora de la actividad vascular:

La luz láser incrementa significativamente la formación de nuevos capilares en el tejido dañado, acelerando el proceso de curación y reduciendo la formación de tejido fibroso. 

Otros efectos positivos son la angiogénesis y vasodilatación. Un mayor riego sanguíneo equivale a una curación más rápida y a un menor dolor.

Aumento de la actividad metabólica:

La laserterapia aumenta la producción de enzimas, el aporte de oxígeno y la carga de energía celular. Las células dañadas pueden regenerarse con mayor rapidez.

La laserterapia es una modalidad de tratamiento no invasivo, seguro y efectivo donde la luz se emplea para aliviar el dolor, reducir la inflamación, y estimular la cicatrización de heridas y curación de tejidos blandos.

El K-Laser es capaz de emitir potencias de hasta 20W, siendo el láser terapéutico más potente, logrando aplicar potencia en tejidos profundos y eliminar el dolor.

El láser actúa convirtiendo la luz en energía fotoquímica, dando lugar a un correcto funcionamiento celular que lleva a la desaparición de los síntomas (dolor).

El efecto biológico primario del láser viene de la estimulación de los mecanismos de transporte celular en la mitocondria, membranas celulares y tejido epitelial. Esta acción causa la liberación de químicos vasodilatadores, la estimulación de la síntesis de DNA y RNA,el aumento de la producción de enzimas, un incremento de la actividad del superóxido dismutasa, normalización del pH del tejido, y un aumento de la producción de ATP.

El aumento de la vasodilatación (riego sanguíneo) y la mejora de la microcirculación aumenta el aporte de nutrientes celulares, acelerando la regeneración tisular (lo que significa una curación más rápida). Al mismo tiempo se produce una reducción de la inflamación.

El láser se coloca en contacto con la piel de manera que la energía pueda penetrar el tejido, donde interactúa con una serie de moléculas dando lugar a la restauración del funcionamiento normal de la función celular. Este efecto también estimula el proceso natural de curación del cuerpo. En resumen, la energía de la luz se convierte en energía bioquímica.

Efecto Anti-inflamatorio:

La terapia láser tiene un efecto anti-edémico ya que provoca vasodilatación, pero también al activar el sistema de drenaje linfático (drenando la zona dolorida)

Efecto Antiálgico

Gracias a este efecto anti-inflamatorio, se reduce el edema y por lo tanto existe menos dolor.

Como hemos dicho anteriormente, la laserterapia estimula la vasodilatación y el drenaje linfático, lo que aumenta la reabsorción de los productos causantes del dolor. El láser regula el bombeo de sodio-potasio (este bombeo mantiene el potencial a través de la membrana de la célula nerviosa, llevando al bloqueo de la transmisión de la señal del dolor)